domingo, 3 de junio de 2007

Fronteres, Centre de Cultura Contemporània de Barcelona

El Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona presenta la exposición "Fronteres" del 4 de mayo al 30 de septiembre de 2007.

"La mirada a las fronteras que proponemos en esta exposición es una exploración de territorios límite que, en cierta manera, expresan las contradicciones de un mundo que se mueve entre la hipercomunicación y las fracturas profundas. A medida que nos unimos, el mundo se vuelve más laberíntico."

El CCCB presenta la exposición Fronteres, una reflexión sobre el concepto de frontera, su tipología y una panormamica sobre diversas fronteras geopolíticas actuales (los límites de Europa, EEUU-México, Israel-Palestina, Corea del Norte-Corea del Sur, Cachemira, Miami-La Havana, el caso de Melilla, ...). La exposición ha sido concebida como un viaje a través de mundos diferentes, en un gesto que aúna historia y geopolítica, la mirada de los fotógrafos y testimonios, sonidos y mapas, reflexiones generales y estudios de campo. Fronteres, comisariada por los geógrafos franceses Michel Foucher y Henri Dorion, es una coproducción del CCCB y el Musée des Confluences de Lyon (Departemento del Ródano), donde se expuso desde el 3 de octubre de 2006 al 4 de febrero de 2007. En el CCCB se puede ver desde el pasado 4 de mayo hasta el 30 de septiembre de 2007.

En el siguiente link tenéis más información:
http://www.cccb.org/ca/exposicio?idg=11323

A continuación, incluyo el texto del prólogo del catálogo, de Josep Ramoneda:

En el laberinto

La frontera, como decía Claudio Magris, es un ídolo en cuyo altar se han sacrificado muchas vidas. Las fronteras marcan un «adentro» y un «afuera», un «nosotros» y un «los otros». Las fronteras son de muchos tipos: físicas, políticas, culturales, incluso psicológicas. Una frontera crea un espacio interior que pretende ser homogéneo y deliberadamente diferenciado del exterior. Pero las fronteras son también barreras invisibles que se interponen entre los hombres, incluso en las relaciones personales.

Vivimos en un tiempo de flujos: un tiempo de circulación permanente, y potencialmente ilimitada, de personas, mercancías, dinero e ideas. Y, sin embargo, se habla más que nunca de fronteras. Con suma facilidad, los gobiernos responden a cualquier conflicto –cruento o incruento– levantando o reforzando fronteras, aun a sabiendas de que cada vez se volverá más imposible poner puertas al campo.

Estamos en un momento de cambio entre las viejas certezas obsoletas y las nuevas referencias por descubrir. Las líneas de demarcación, física, política, cultural, ideológica, psicológica y espiritual, están en pleno movimiento; el mundo es un mar agitado. La caída de una frontera física no significa automáticamente la superación de las barreras psicológicas y culturales. Al mismo tiempo, constantemente se construyen fronteras difíciles de acotar
físicamente pero de una eficacia social indudable (¿o no es éste el sentido del discurso del choque de civilizaciones?). En cualquier caso, la comodidad de los espacios homogéneos, delimitados por una sola gran frontera y con divisiones internas que en ningún caso cuestionaban la unidad del marco nacional, está pasando a la historia.

Toda identidad individual es un pequeño espacio protegido por formas corporales y mentales que nos separan del otro para hacer de uno mismo un sujeto autónomo. A partir de ellas, mediante el juego de las pasiones y los intereses, salimos de nosotros y establecemos interrelaciones con los demás. Los pronombres personales nos lo recuerdan en cada frase. Lo
mismo ocurre en el ámbito colectivo. Y en este sentido, Zygmunt Bauman tiene razón al presentar la frontera como un tercer elemento entre la diversidad cultural y la unidad de la especie humana. La frontera es exclusiva, pero también es constructiva.

Las fronteras suben y bajan. Hoy se cierran, mañana se abren. Es un juego de aparente regulación de flujos, que no impide una creciente interrelación global.

La mirada a las fronteras que proponemos en esta exposición implica una exploración de territorios límite que en cierto modo expresa las contradicciones de un mundo que se mueve entre la hipercomunicación y la fractura profunda. A medida que nos juntamos, el mundo se vuelve cada vez más laberíntico.

El pasado mes de mayo realizaron una actividad relacionada con esta exposición, denominada "La Música de las Fronteras":
http://www.cccb.org/ca/marc.php?idg=11947

El próximo 12 de octubre, nuestra Asociación participará junto con Michel Foucher en "Los encuentros de Luxemburgo", en los que se hablará de la cultura y las fronteras, en especial de cómo las manifestaciones culturales pueden hacer más habitables las fronteras. En su momento incluiré más información sobre esta iniciativa.

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